Me alejé del mostrador de facturación, con la tarjeta de embarque en la mano. Mi vuelo estaba programado para salir desde Shanghái en dos horas, pero en lugar de ir a la puerta de embarque, me di la vuelta.
Si había calculado bien, tenía tiempo para una última aventura antes de irme de China: quería subirme al tren comercial más rápido del planeta.
El tren de levitación magnética de Shanghái conecta el Aeropuerto Internacional de Pudong con la red de metro de la ciudad, con velocidades de hasta 430km/h, más de un tercio de la velocidad del sonido.
Es uno de los pocos maglev(como se llama a los trenes de levitación magnética) del mundo accesibles al público, una maravilla tecnológica que uno esperaría encontrar en un parque temático y no en un sistema de transporte público.
La estación de tren está ubicada en medio del aeropuerto, con carteles que indican el camino en chino y en inglés, junto a un moderno gráfico de un tren flotando sobre unas vías.(Leer más)
Si había calculado bien, tenía tiempo para una última aventura antes de irme de China: quería subirme al tren comercial más rápido del planeta.
El tren de levitación magnética de Shanghái conecta el Aeropuerto Internacional de Pudong con la red de metro de la ciudad, con velocidades de hasta 430km/h, más de un tercio de la velocidad del sonido.
Es uno de los pocos maglev(como se llama a los trenes de levitación magnética) del mundo accesibles al público, una maravilla tecnológica que uno esperaría encontrar en un parque temático y no en un sistema de transporte público.
La estación de tren está ubicada en medio del aeropuerto, con carteles que indican el camino en chino y en inglés, junto a un moderno gráfico de un tren flotando sobre unas vías.(Leer más)
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